¿Cuál es la diferencia entre potencia y energía y cómo afecta a tu factura de la luz?

Si alguna vez te has preguntado por qué tu factura de la luz tiene dos conceptos clave: potencia y energía, estás en el lugar correcto. Hoy vamos a explicarlo de forma sencilla, para que puedas entender mejor tu consumo y cómo ahorrar.

9/22/2024

man holding incandescent bulb
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Potencia y energía: ¿Cuál es la diferencia?

Para entender la diferencia entre potencia y energía, pensemos en un ejemplo cotidiano: el funcionamiento de una manguera de agua.

  • Potencia: Imagina que la potencia es como el ancho de la manguera. Cuanto más ancha sea la manguera, más agua puede pasar al mismo tiempo. La potencia es, básicamente, la "fuerza" o la "capacidad" que tiene tu instalación eléctrica para usar varios electrodomésticos al mismo tiempo. Se mide en kilovatios (kW) y en tu factura de la luz pagas un coste fijo por la potencia contratada, incluso si no la usas al máximo.

  • Energía: Ahora, piensa en la cantidad de agua que sale de la manguera. Esto sería la energía. La energía es lo que efectivamente usas en tu día a día, es decir, la cantidad de electricidad que consumes. Se mide en kilovatios hora (kWh) y en tu factura pagas por la energía que realmente consumes.

¿Cómo afecta a tu factura de la luz?

En tu factura de la luz, pagas por dos cosas: la potencia contratada y la energía consumida.

  1. Potencia contratada: Es un coste fijo. Si contratas más potencia de la que necesitas, estarás pagando de más. Si contratas menos, podrías tener problemas si enciendes varios aparatos a la vez, y tu sistema eléctrico podría “saltarse” (es decir, el interruptor diferencial de tu cuadro eléctrico se activará).

  2. Energía consumida: Este es un coste variable que depende de cuánta electricidad utilices. Aquí es donde puedes ahorrar más ajustando tu consumo y siendo más eficiente.

¿Cómo puedes ahorrar?

  1. Revisa tu potencia contratada: ¿Necesitas tanta potencia? Si no sueles usar varios electrodomésticos al mismo tiempo, quizás puedas reducirla y pagar menos.

  2. Controla tu consumo de energía: Utiliza electrodomésticos eficientes, apaga los aparatos que no estés usando y considera cambiar tus hábitos, como usar la lavadora o el lavavajillas en horarios de menor coste (si tu tarifa lo permite).